EDSA invita a ser legal, para que vendedores tengan garantías de crecer en ventas y expandirse comercialmente

Caldas Noticias
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Comercializar rifas legales tiene grandes beneficios, entre ellos la posibilidad de operar no solo en el municipio en donde la empresa venda de manera habitual, sino en cualquiera del departamento, así como evitar consecuencias de tipo judicial, lo que supone una oportunidad de fortalecimiento financiero y crecimiento empresarial.

Es por ello que la Empresa Departamental para la Salud (EDSA) extiende un llamado a los riferos de Caldas con el fin de que legalicen sus actividades y aprovechen de esta forma todos los beneficios de contar con un aval autorizado.

«Desde EDSA hacemos extensiva una invitación a todos los riferos de Caldas para que se acerquen a nuestra entidad a legalizarse y, de esta manera, puedan disfrutar de los beneficios. Es algo que puede generar mayores dividendos para su actividad económica», expresó Mariana Gómez Zuluaga, gerente de la Empresa Departamental para la Salud (EDSA).

Además de la utilidad individual de quienes venden este juego de azar, también resultan favorecidos los caldenses, en especial los más vulnerables, debido a que EDSA realiza valiosos aportes al sistema subsidiado de salud.

La entidad recibe mes a mes el 14 % del pago por la emisión de boletas o del premio. De ese porcentaje, se transfiere el 68 % a la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud (ADRES), el 7 % a Colciencias y el 25 % a la Dirección Territorial de Salud de Caldas (DTSC).

¿Cómo me legalizo y accedo a los beneficios?

Llame al 311 893 7987, línea de EDSA habilitada con Whatsapp. También al fijo 606 898 2444, extensión 3101. De igual forma, puede acercarse a las instalaciones de nuestra entidad, localizadas en la oficina 400 del edificio de La Licorera de la Gobernación de Caldas, ubicado en la carrera 21 # 23 – 10 de Manizales.

El dato
Hay dos clases de rifas: lucrativas y promocionales. Las primeras se comercializan a través del cobro de boletas, mientras las segundas no. Estas últimas, en su lugar, incentivan la compra de productos. Por ejemplo: un centro comercial puede desarrollar una rifa en la que la forma de participar sea obteniendo una boleta luego de hacer compras superiores a 100 mil pesos en sus locales.

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