
Este Día de las Madres no pasó desapercibido en las calles del municipio de San José. Con dulces en las manos y sonrisas sinceras, los niños de la Cívica Juvenil, acompañados por miembros de la Policía Nacional, salieron a las calles para entregar un mensaje que fue mucho más que palabras: un mensaje de amor, respeto y gratitud hacia todas las madres.



Cada chocolatina entregada, cada gesto amable, fue una muestra de que aún hay esperanza, unión y valores sembrados desde la infancia. Las miradas de sorpresa y emoción de las mamás que recibían estos detalles hablaron por sí solas. Porque no se trató solo de un regalo, sino de un abrazo simbólico, de una voz que les decía: “Gracias por todo, mamá. No están solas.”
Con esta hermosa actividad, la Policía de San José y los niños de la Cívica sembraron más que alegría: sembraron humanidad.


En un mundo donde a veces falta ternura, ellos la regalaron a manos llenas.